Ana Rodríguez es una joven cubana que, por el mes de enero de 2021, se vino a la Comunidad Valenciana para hacer el Doctorado en la Universidad de Valencia. Cuando llegó a nuestras tierras, el frío fue la tarjeta de presentación que recibió y la nieve pudo acariciar por primera vez en su vida. Nos encontró con una imagen social que nada tiene que ver con nuestra normalidad, provocada por la maldita pandemia.
Ahora, con el pleno verano encima, el sol, la temperatura y un pequeño respiro que nos dado el virus, hace que se encuentre más en su hábitat.
El pasado día 11 de julio, un hecho insólito ocurrió en su país, al menos dos manifestaciones espontáneas sorprendieron al gobierno de Miguel Díaz-Canel. Decenas de manifestantes fueron puestos a disposición de los tribunales municipales a raíz de las manifestaciones, acusados de delitos como desorden público, incitación a delinquir o desacato, según las autoridades cubanas.
Grupos de cubanos protestaron en San Antonio de los Baños y Palma Soriano al ritmo de la canción Patria y Vida, que se ha convertido en un símbolo de los disconformes con el castrismo.
Las protestas antigubernamentales, ampliamente difundidas en las redes sociales, comenzaron de forma espontánea por la mañana, un hecho poco habitual en un país gobernado por el Partido Comunista (PCC), donde las únicas concentraciones autorizadas suelen ser las del propio partido.
Ante todas estas circunstancias detalladas, mejor escuchar el testimonio de Ana, desde el interior de Cuba y desde la distancia.
ENTREVISTA
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