J.V.M.-Quartell
El ayuntamiento de Quartell ha llevado a cabo, recientemente, las obras de restauración y acondicionamiento del antiguo y centenario lavadero público, que fue construido en proximidad al Molí Nou, y es alimentado por el agua de una acequia que atraviesa primeramente dicho molino.
Dichas obras han sido subvencionadas, además, por el plan Leader 2014-20, cuyo montante oscila en torno a los treinta mil euros, según han indicado fuentes municipales, para acondicionarlo como sala expositiva del museo del Molino.
Debido a su proximidad al Molino, el «llavaner» utiliza diariamente, el paso de los canales de agua procedentes del molino. Y los vecinos y vecinas aprovechaban, desde tiempos antiguos, dichas instalaciones para lavar las sartenes, los platos y cubiertos, las vajillas y demás enseres usados en la preparación de las comidas, y, en el otro canal se limpiaban las ropas y tejidos más variados, cuando todavía no existía la red de distribución del agua en los domicilios, y todavía no se conocían las actuales lavadoras ni los lavaplatos en los domicilios particulares.
Actualmente, su uso ha sido muy escaso, y en alguna ocasión ha servido para limpiar las paellas más grandes en las jornadas festivas.
Por todo ello, el «llavaner», restaurado, mantiene una imagen de recordatorio de tiempos pasados, testimonio histórico de un lugar de concurrencia y encuentro, sobre todo, de muchas mujeres que accedían a su recinto para las tareas diarias de higiene y limpieza de sus enseres domésticos, intercambiando al mismo tiempo las noticias más recientes de la actualidad cotidiana en el municipio y sobre las relaciones familiares.