LA LLOMA DEL CODOVAL, LA CACHOLA O LA MUNTANYA DE LA CASA DEL RECTOR – Sergi Arrando

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Mapa toponímic del Grup Cultural la Tella. Apareix el jaciment a l’esquerra de Quart de les Valls. Foto: Sergi Arrando

Amb aquest article, seguirem a donar a conèixer els jaciments que són prop de nosaltres i que esperem servisca per que es respectem si cal encara més. Les imatges les posem a l’abast de tots amb la finalitat que ajude als joves en els seus treballs escolars.

Un  dels  jaciments  descrits en el Pla General d’Ordenació Urbana de Quart de Les Valls és la Lloma del Codoval:

Arxiu Sergi Arrando

Altra referència bibliogràfica del jaciment la tenim en l’article: Arqueología de la Comarca del Camp de Morvedre”, article d’Enrique Pla Ballester, publicat en la revista  Arse de l’any 1982, en el número extra per conmemorar el XV aniversari de la Revista. Pàg. 29 a 38  on es fa referència a un poblat de l’Edat del Bronze en la Lloma del Codoval. Pàg. 30.

Potser aquest jaciment haguera pogut arrivar prou ben conservat a no ser que un rector del poble de Quart de Les Valls haguera tingut la brillant idea de fer-se una caseta en la muntanya precisament en aquesta lloma, fet que ens narra José Queralt Diana en el seu llibre: Vivencias y Recuerdos, publicat l’any 1997 per l’Ajuntament de Quart, pag. 169 a 171.

“El primer cura del que guardo memoria fue D. Marcelino Fernandez. Este clérigo estuvo en el pueblo la friolera de 20 años hasta que dio comienzo la guerra civil en 1936, y luego cuando terminó volvió a ejercer de cura en el pueblo  pero creo que por poco tiempo. (  ) Era hombre alto y enjuto, y la sotana hacia resaltar aún más estas características. Por lo visto era muy amante de la naturaleza y pasaba gran parte de su tiempo libre – que era bastante- paseando por el monte y caminejos entre algarrobos, bien andando o a lomos de un jumento que tenía.

El rector davant la seua caseta en la Lloma del Codoval o la Cachola amb dos amics

Adquirió o le cedieron la loma llamada “La Cachola”, y a ratos, ayudado por los amigos que se ofrecían voluntariamente a cambio de alguna merendola, empezó a construirse lo que en un principio fue una pequeña casita, y que poco a poco fue ampliando hasta convertirla en una espaciosa vivienda con varias habitaciones, cocina interior y paellero en el exterior, su cisterna que recogía el agua de lluvia, e incluso habilitó una pequeña estancia como oratorio, que decoró o mandó decorar, y que presidía una imagen de la Virgen de Pópulo.

Tenia, creo, dos hermanas solteras ya mayores, que vivian con él y los veranos los pasaban en la casa del monte, y él subía y bajaba con su pollino por la senda que construyó zigzagueando por la ladera, y de la que aún se aprecia parte de su trazado.

Cercó con altos ribazos toda la amplia meseta de la loma, plantó arboles, trazó diminutos paseos, construyó rústicos asientos de piedra, lo pobló de plantas de adorno, convirtiéndolo en un lugar agradabilísimo por su magnífica situación.(   ) Hasta la loma cambió de nombre y la gente la conocía, y aún hoy la nombra como “La Caseta del Retor”.

El rector en la Lloma del Codoval

Durante la guerra, la “Caseta del Retor” sufrió algún deterioro pero se mantuvo, más o menos en condiciones de habitabilidad, pero cuando D. Marcelino se marchó definitivamente la casa quedó totalmente abandonada, y el tiempo y la condición innata de destruir que muchos llevamos dentro, hicieron el resto. Se empezó a derribar por rapiña; para llevarse vigas, puertas, ventanas, tejas, ladrillos, etc. y luego, con la estructura completamente deteriorada llegaron los que destruían por el simple “placer” de ver como se derrumbaban las paredes y pilastras, hasta que quedó convertida en un simple solar lleno de escombros. La construcción está completamente allanada, pero aún se conservan varios ribazos, algunos pinos y geranios. (  )

La caseta del rector

En l’actualitat aquest és l’estat que presenta:

AL PEU, ÀLBUM DE 49 FOTOS DE LA LLOMA DEL CODOVAL

(Punxar les fletxes, al peu de la dreta, i les fotos apareixeran de major grandària)

DADES PER A UNA CONCLUSSIÓ:  Aquest és un exemple com molts altres de jaciments que abans de ser estudiats pateixen greus desperfectes que els desfiguren. Per altra part, l’ espoli  i destrucció de la “caseta del rector” és un exemple  del que sol passar amb les casetes aïllades enmig del camp i de la sort que pateixen molts jaciments arqueològics sense protecció.

SERGI ARRANDO

Treball de desembre 2014

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