COMITÉ EJECUTIVO DEL FRENTE POPULAR DE QUART DE LES VALLS – José Sevilla

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1831
 Sevilla

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El 20 de julio de 1936 hará 80 años que se creó en Quart de les Valls el llamado Comité Ejecutivo del Frente Popular de Quart de les Valls.

Posiblemente una de las etapas más interesantes y desconocidas ocurridas en toda la historia de este pequeño pueblo de apenas 1100 habitantes de La Vall de Segó, perteneciente a la comarca del Camp de Morvedre (Valencia).

Sev-1Como respuesta a la sublevación militar de los rebeldes fascistas del 18 de julio de 1936 y a consecuencia de esto, el estallido de la guerra civil, en la mayoría de pueblos de la provincia de Valencia, parte de Castellón y Alicante, se crearon estas organizaciones revolucionarias compuestas por los partidos políticos del Frente Popular y de los sindicatos de la C.N.T y U.G.T, organizaciones todas ellas leales al gobierno legal de la II República española.

En Quart de les Valls sería el 20 de julio de 1936 cuando ocho personas de esta localidad de diferentes edades y diferentes organizaciones políticas decidieron crear con el apoyo de todos los partidos políticos y sindicatos de izquierdas de pueblo, el llamado Comité Ejecutivo del Frente Popular de Quart de les Valls, que operaria hasta el 6 de agosto de 1936. Este comité que sería provisional, estuvo compuesto por 5 miembros de Izquierda Republicana (IR): Vicente Nadal Maraguat que fue elegido presidente de la organización, Matías Cayo Queralt, Vicente Acamer Altabella, Vicente Marques Ferrer y Jose Segarra Bonet; dos miembros representantes del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y de la Unión General de los Trabajadores (UGT): Vicente Llueca Llueca y José Llusar Abad y una miembro afilado al Partido Obrero de unificación Marxista llamado Blas Pascual Magirena (POUM) natural de Madrid e hijo del capitán de Albarderos de la casa real de Alfonso XIII, que por circunstancias de la vida vino a vivir a Quart de les Valls al tener familiares; fue el primero en abandonar la organización para marcharse al frente de Madrid como voluntario del ejercito republicano.


Del 6 de agosto de 1936 hasta el 6 de octubre de 1936 iría renovándose la organización revolucionaria de forma tuvieran cabida y representación todas las organizaciones existentes en este pequeño pueblo de la Vall de Segó. Esta renovación que quedaría definida el 9 de octubre llegaría a tener 13 representantes de diferentes organizaciones políticas y sindicales y con cargos definidos dentro de la organización. 
Su composición fue de 5 miembros de izquierda republicana (IR) : Vicente Nadal Maraguat elegido por segunda vez presidente, Jose Segarra Bonet elegido vice-presidente, Vicente Marques Ferrer (vocal), Vicente Acamer Altabella (vocal), Matías Cayo Queralt (vocal); 3 miembros del Partido obrero socialista español (PSOE): Vicente Llueca Llueca (vocal), Jose Llusar Abad (Sev-2vocal) y Francisco Queralt Escobar (vocal); 3 miembros del Partido Radio Comunista (PC) Sabino Negre Queralt elegido secretario, Ángel Gaspar Inglada (vocal), Lorenzo Mosteo Vallejo (vocal), estos dos últimos entraron a formar parte del comité a partir del 1 de octubre de 1936 y el 9 de octubre entrarían a formar parte Antonio Tripiana Tripiana (vocal) representado a la Unión General de los Trabajadores (UGT) y Bautista Guillem Ausina (vocal), representante del otro sindicato importante del pueblo, la Confederación Nacional del Trabajador (CNT).

Desde
el principio de la sublevación, el comité del frente popular de Quart de les Valls se creó con la aceptación de la Comisión Gestora Municipal, que regía el ayuntamiento en esas fechas. Algunos de los miembros del comité también lo eran de la Corporación Municipal. Es el caso del presidente de Comité Vicente Nadal Maraguat, que regía el
cargo de 2º Teniente Alcalde, de Matías Cayo Queralt que regía el cargo de 1 Teniente Alcalde y de Francisco Queralt Escobar y de Jose Llusar Abad, ambos socialistas, que regía los cargos de vocales de la Comisión Gestora Municipal. En la sesión ordinaria del 30 de julio de 1936, doce días después del inicio de la gu
erra queda reflejada la disconformidad de dicha comisión hacia la sublevación militar, manifestando su repulsa por unanimidad de la siguiente manera: 

– Habiendo estallado un movimiento sublevado guiado por la sublevación de militares en algunas provincias españolas se acuerda conste en acta la más enérgica protesta, condenando el movimiento y adhiriéndose al Gobierno de la Republica Española.

A consecuencia de esto, acto seguido se mencionó la aceptación de la creación del Comité Ejecutivo del Frente Popular por la defensa de las instituciones democráticas y el control de las mismas en esos momentos difíciles.

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Desde el principio de su creación el Comité incauto propiedades privadas e inicio la colectivización de las tierras. Hizo frente a esta situación procurando que no hubiese delitos de sangre ni barbaridades hacia los que en todo el pueblo eran afines a la sublevación fascista e expusieron sus vidas para que no pasase nada grave. Este Comité también protegió clandestinamente ayudándolo a salir de la localidad al párroco Marcelino Fernández, de las fuerzas revol
ucionaras, mayormente anarquista, que venían del Puerto de Sagunto persiguiendo a los componentes del clero por su apoyo a la sublevación militar y las continuas oposiciones a las reformas progresistas a favor de los más desfavorecidos que se toparon con la oposición de la Santa Sede.

Este hecho de la protección de la vida del párroco Marcelino Fernández por los miembros del Comité Ejecutivo del Frente Popular, hizo que, durante la represión franquista, después de su victoria se rebajasen las condenas que se les impusieron de 10 años a 2 al no haber delito de sangre. Además el cura párroco les hacía visitas preocupándose por sus estados, también ayudo dando dinero a las mujeres de los presos, para que pudieran pagar el viaje en autobús de la localidad hasta el municipio del Puig, exactamente hasta el monasterio convertido en prisión, que es donde fueron a parar la mayoría de los integrantes de este Comité Revolucionario.

La mayoría de expropiaciones se realizaron en los primeros meses de la guerra, llegándose a incautar 14 inmuebles desde el inicio de la contienda hasta el 25 de diciembre de 1936. Se creó una junta llamada “Junta Delegada del Comisariado de la Vivienda”, la cual creó consejos de administración de cada incautación que asumían la responsabilidad y la custodia de todas las existencias y productos de las mismas. Se realizaban inventaros que todo lo que la expropiación poseía y se daban un uso colectivo para beneficio de todos.


LasSev-4 incautaciones eran de dos tipos voluntarias e involuntarias. Las incautaciones voluntarias se realizaban a dirigentes o simpatizantes de izquierdas que poseían algún bien que no se sacaba provecho por abandono o bien por improductivo. 
Dada las circunstancias con la guerra cedían sus pr
opiedades al Comité y este lo administraba para un uso directo y productivo, que diera beneficios comunes.

Las incautaciones no voluntarias eran expropiaciones en toda regla de bienes privados mayormente de gente adinerada y de derechas afines al movimiento sublevado. La pedida de dinero para la administración del pueblo y las expropiaciones de inmuebles, almacenes, tierras, vehículos, etc. dicha gente, fue un acto común en los primeros meses de la contienda. Varias familias acomodadas de Quart de les Valls se marcharon del pueblo, dejando en manos del Comité sus fincas, inmuebles y pertenecías que fueron aprovechadas colectivamente, incluso para la gente evacuada que llegó a Quart desde Sagunto, sobre todo después del bombardeo italiano de la Aviazione Legionaria delle Baleari el 22 de diciembre de 1937. Esas casas expropiadas daban cobijo a muchas de las personas que quedaron afectadas y sin vivienda después del bombardeo. Las cosechas realizadas en las tierras expropiadas y colectivizadas también daban de comer al pueblo en esos meses en que el alimento poco a poco iba escaseando.

Una de las familias afectadas de la que se incautaron bienes e inmuebles era la familia cuello. Después de que el mencionado y su familia desaparecieran de Quart en el inicio del conflicto por miedos a posibles represalias por su simpatía hacia la sublevación, residentes en la entonces Plaza de la República nº5, su casa se convirtió en los primeros días de la guerra en una escuela para los niños del pueblo. Pasó después a ser el centro de operaciones del Comité Ejecutivo del Frente Popular de Quart de les Valls, para más tarde después de su desintegración pasar a ser ocupada por el mando o estado mayor de la zona, ya que el frente estaba cerca, por la parte de Castellón, a escasos kilómetros de la localidad.Sev-3

Esta organización no solo protagonizo expropiaciones de fincas o tierras de las personas afectas a la sublevación, también fueron responsables de promover recogidas de alime
ntos no perecederos en la localidad para el envió gradual de camiones llenos de víveres hacia la batalla de Madrid en las primeras semanas de la contienda. Hay constancia, al menos de dos camiones que salieron de la localidad, ya que quedó reflejada en el libro de actas del día 15 y 30 de agosto, aprobado por unanimidad por la Corporación Municipal, en el libro de actas dice así: 

-Queda enterada la corporación que fue enviada del Frente Popular en el dia de ayer, un segundo camión lleno de víveres para el frente de batalla.

La disolución de esta organización fue el mes de febrero de 1937 por orden del gobierno Republicano que se instaló en Valencia en 1936. Muchos de los integrantes del Comité se marcharon al frente de batalla algunos de ellos como voluntario y otros participaron como concejales en el ayuntamiento. La duración de esta organización fue aproximadamente de 7 meses, pero su administración paso a manos de la Gestoras Municipales del pueblo. Los miembros que compusieron este comité junto con los voluntarios del ejército popular, los miembros políticos importantes de las organizaciones de izquierdas que compusieron las Comisiones Gestoras Municipales del pueblo, además de otras gentes simpatizantes con la causa republicana, al final de la guerra fueron los más represaliados, pagando la lealtad legitima a la Republica muchos de ellos con la cárcel, campos de concentración o exilio.

JOSE SEVILLÀ ARAGONÉS

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