La foto corresponde al edificio del antiguo cine en la actualidad
J.V.M. Quartell
Ciertamente, sería interesante conocer la trayectoria de las viejas salas de cine en nuestra comarca, por su repercusión cultural y social. En Les Valls hubo tres: en Benifairó, Quartell y Faura.
Hace medio siglo dejó de funcionar la sala de cine que se plasmó en Quartell hacia el año 1953. Su construcción fue promovida por la Sociedad Unión Musical Instructiva, como local social y como medio de apoyar económicamente a la banda de música del municipio, y a su escuela de educandos. Estuvo funcionando durante quince años, instalado en la calle de san Antonio, y con butacas para casi 400 personas. Al paso del tiempo, esta sala de cine, clausurada, fue comprada por varios vecinos, para dedicarlos a comercios y viviendas.
La etapa en que funcionó este cine, vino a llenar el tiempo de ocio de los vecinos. Sobre todo, las tardes invernales de los domingos, cuando se proyectaban dos películas, una en blanco y negro, la otra en color. Los niños, sentados en las primeras filas, aplaudían y daban pataletas cuando los soldados de caballería acudían a salvar a los colonos asediados por los pieles rojas. Los adultos preferían las historias románticas de películas como La violetera, Dónde vas Alfonso XII, Sisí, El último cuplé, Marcelino pan y vino, y la emblemática Ben Hur, con las carreras de cuadrigas en el circo.
En el descanso, se podía acudir al bar del cine, para adquirir cacahuetes y altramuces, los refrescos de naranja, las rosquilletas o los caramelos de café con leche.
A continuación, si había una película de aventuras, podía verse a la heroína perseguida en el río infestado de cocodrilos, y salvada in extremis por los exploradores.
Fue un periodo de fantasías para el público de todas las edades que esperaban con ilusión la jornada del domingo para ir al cine y salir de la monotonía cotidiana.
Hacia el año 1966 fueron suprimiéndose las proyecciones de películas; la llegada de la televisión empezaba a invadir los hogares. El público disminuyó, y un año después la sala de cine se extinguió. Y con ella, el recinto de teatro que llevaba anejo.
Tras ello, hubo una larga etapa pendiente, hasta que a principios de la década del presente siglo XXI, el ayuntamiento lo compensó y edificó el nuevo Auditorio Municipal, en la calle de Molina, compartido por la Sociedad Unión Musical, y hace casi dos décadas que es el órgano cultural de Quartell; aunque todavía queda la imagen del viejo edificio del cine que estimuló la imaginación de los espectadores durante aquellos míticos años, quedando como recuerdo imborrable en la memoria de muchos vecinos.
J.V.M