Di adiós a la patata asada reseca y hola a la patata asada cremosa por dentro y tostada por fuera. El secreto: una sencillísima técnica griega con sólo tres ingredientes.
Las patatas asadas son una de las guarniciones más arrebatadoras que existen, y cuando están bien hechas se disfrutan tanto que pueden robarles los aplausos a cualquier plato principal. Sin embargo, tienen sus peligros: patina con la elección de la clase, pásate / quédate corto con los tiempos o falla con la temperatura del horno y acabarás llevando a tu plato unos tochos pastosos o resecos propios de una posguerra.
Previously on El Comidista ya buscamos la fórmula perfecta para asar patatas, y nos acercamos bastante al cielo con la técnica de Jamie Oliver o la de la revista Bon Appétit. Ahora ha tenido que venir el New York Times a perturbar nuestra paz patatera con una receta de origen griego, que nos fascinó desde el primer minuto por la sencillez de sus ingredientes: aceite de oliva, zumo de limón, caldo de pollo y orégano. Y patatas, claro.
Después de probarla un par de veces, creemos que es obligatorio compartirla, porque el resultado es un exitazo: cremosas por dentro, tostadas por fuera, con un suave y delicioso sabor a limón que las aligera, y el toquecillo mediterráneo del orégano que -con mucha imaginación- te traslada a alguna isla del Egeo. Nuestra versión prescinde del caldo -honestamente, no aporta mucho-, corrige alguna cantidad y simplifica un pelín el procedimiento para hacerlas aún más aptas para vagos y maleantes.
Dificultad
Para personas con una patata por cerebro.
Ingredientes
- 3 patatas grandes
- 200 ml de aceite de oliva virgen extra (150 + 50 de reserva)
- 200 ml de zumo de limón (ídem)
- 1 cucharada de orégano
- Sal y pimienta negra
Preparación
- Calentar el horno a 230 grados.
- Mezclar el aceite, el zumo de limón y el orégano con 200 ml de agua.
- Pelar las patatas, cortarlas y disponerlas en una bandeja de horno con reborde como se ve en el vídeo de arriba.
- Mojarlas con unos 450 ml de la mezcla anterior y meterlas en el horno 30 minutos.
- Darles la vuelta con cuidado, añadir el resto del líquido si éste se ha evaporado del todo, y hornear hasta que estén hechas (unos 20 minutos más). Se les puede pegar un golpe final de grill para dorarlas más.
- Salpimentar y servir.
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