Si eres generoso con las verduras, justo con los hidratos y comedido con las proteínas de orígen animal puedes preparar un plato único campeón con el que apañar una comida o cena.
Nos salvan los tápers del trabajo y algunas comidas, pero les rendimos especial culto en ese momento de cansancio, hambre y cerebro frito al que se conoce popularmente como “preparar la cena entre semana”. No entiendo muy bien por qué no les hemos hecho todavía un monumento en alguna rotonda a los platos únicos, pero desde aquí voy a poner mi granito de arena en forma de post lleno de sugerencias, ideas y consejos nutricionales para triunfar en la comida mono-recipiente.
Empecemos con unos buenos cimientos: ¿qué tiene que tener un plato para que pueda funcionar como único? La dietista-nutricionista Raquel Bernácer, a la cabeza del blog AlimentArte, suele recomendar a la gente que siga el modelo del “plato saludable de Harvard”, en el se recomienda que al menos, tres cuartas partes del mismo esté formado por alimentos de origen vegetal: verduras, hortalizas, granos e incluso frutas. “La cuarta parte restante debería estar representada por alimentos proteicos saludables: legumbres, carnes magras, pescados, huevos o frutos secos. Y, como no, todo ello preparado con aceite de oliva”.
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