A medio camino entre el flan y la tarta de queso, este goloso postre aúna cremosidad, dulzura y un matiz salado que es lo que le da el punto irresistible
Gracias a la acción suave del baño María en el horno conseguimos que los flanes de queso adquieran una consistencia suave, aterciopelada y uniforme que se funde en la boca. Con una amplia oferta de quesos cremosos en el mercado, podemos dejar volar nuestra creatividad y utilizar un gran abanico de opciones, desde requesón hasta cremas de oveja o cabra. El caramelo aporta el contrapunto líquido que envuelve el postre y lo convierte en el favorito de la sobremesa. Tanto en molde individual como en familiar, ¡no podrás dejar de relamer la cucharilla!
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Vaninatis/Elconfidencial